16 sept 2014



Se emborrachó solo en la pieza
y al ver una vagina corrió espantado
a rezar cincuenta ave maría
en el sótano
donde alguna vez
descuartizo su pene.
Las razones para tal acto
son simples:
el sexo pudrió su amor,
y creyo que sin pene
podía encontrar la satisfacción,
pero solo encontró
una forma más de represión.

15 sept 2014

Encestando con Wido (Guido)

Era de noche, íbamos a un jugar unas partidas de ajedrez con algunos viejos sabelotodo, conocedores de bromas con insultos; hombres de brea con mas asfalto que nosotros, con tatuajes hasta la coronilla.
Antes de osarnos a combatir sus alfiles y torres, decidimos alimentarnos en un negocio al lado, llevábamos horas de whisky y cerveza, todo se tambaleaba, los autos parecían avispas, así que necesitabamos comer al menos unas empanadas de ayer recalentadas al microondas.
Cuento mi dinero y es muy poco, mi amigo tenia demasiado, pero me miró con los ojos perdidos como si yo no estuviese acá, y el no estuviese ahí donde estaba. A paso lento se fue alejando cantando "volveré, volveré a verte, esperame aquí", y el muelle de san blas ya a lo lejos con puro grito. No entendí nada, así que sospeche que no estaba en sus cabales, y era probable, que no iba a volver como decia y yo iba a quedar tacitamente como la del muell de san blas. Frente mio estaba el empanadero que parecia un indio cherokee gigantezco con los brazos cruzados, con las ganas de atarme el cuello a su hacha y llevarme de trofeo: "Acá, el pelotudo no quería pagar", y me ponga junto a otras cabezas de personas que tenian gula de empanada pero nunca pagaron.
Logre despistarlo con un "ya vengo" bastante veloz y empece mi camino en búsqueda del amigo. El amigo de San Blas. No tengo idea donde estoy, esta no es mi ciudad y aunque en el futuro lo sea aun no la capto; cae una garua de esas que no moja, sino molesta, constantemente, como cuando una mujer quiere estar con vos pero al mismo tiempo te dice que no quiere.
Busque en yuyos por una señal de el, en casas de luces apagadas, miraba los peatones desconocidos y hasta casi me acerco a una vieja que parecía mi vieja pero ni siquiera era humano: una estatua de Anna Frank. Así que fui al único camino que conocía, el de su casa, un edificio de setenta y ocho pisos, lo mas cerca que se puede estar del cielo, aunque ese momento me sentia en el mismísimo infierno, casi mojado.
Apenas subo el ascensor empiezo a ver manchas de líquidos por toda la pared, con un olor nauseabundo, decido bajarme cuatro pisos antes y empezar a caminar, porque era el hedor, o yo.
Escucho música ya cerca de su depto, guitarras desafinadas en eco, y esquivo ya lo que podríamos llamar "vomito fresco" con el mismo hedor que en el ascensor, que va como un sendero desde la primer vuelta del pasillo hasta la puerta entreabierta de mi amigo, y otro poto en la entrada, como si te diese la bienvenida a la ciudad un yanqui con la alfombrita: "Welcome home". Fucking bitch. Las empanadas aun esperaban, calentitas, recién sacadas del microondas, y solo habia vomito a mi alrededor.

-¿Como hiciste para llegar?- me pregunta
-Seguí tu vomito- le contesto.
-Ojala seas el único- dice sonriendo- Cerrate la puerta que entra el frio- y vomita un poco mas. Lo ultimo en su sistema por suerte. Reímos.
Dos horas mas tarde, entre discos de Spinetta y Hendrix seguimos bebiendo unos licores baratos que le quedaban de alguna fiesta, sin comer, sin jugar al peón contra el rey, hasta desvanecernos sobre el suelo, trágico y liquido. Solo espero haber limpiado al menos donde mi espalda se recosto toda la noche.

11 sept 2014

La teoria de mentir para ser, o una noche de lluvia y un choripan sin terminar





No existe ninguna analogía política. Un choripan masticado y olvidado, con el tomate aplastado escapándose por un costado, la lechuga mordida y la mayonesa fusionada con el pan. Como un centro de mesa que reposa en la fiesta, un suvenir que no se entrego porque tenía la manito rota. Y ahí quedo, hasta que la basura se hizo cargo de todo.
Pero, el problema nace, de que dije no dejar ni las migajas del pan en la mesa, y termine también en la basura. Hable al pedo, como el ideal mundano de decir ser, y hacer, lo que en realidad jamás será ni se hará.

Días antes de esta fiesta, me encuentro  acostado en la cama con la pierna hacia arriba apoyada sobre la ventana, un montículo de hielo cerca y la lluvia más fuerte, y única de los últimos dos meses, se acurrucaba en una sinfonía nocturna de Chopin (y Chopin, no Bach, por mas que sea un amor, me lleva a un trip de Salvia Divinorum, los ojos de la pastora, que fue un copy cat de Paprika, del maestro en todo Satoshi Kon, pero en momentos prefiero olvidarlo. Anime real a la 30x).
Con el frescor de la lluvia en la pieza y el dolor de la pata torcida en una misma escena que se repetía cual loop en el patio y en el alma, entra Nekro con una bandeja de sustancias y me pregunta
“-Como tá el pie ese”
Respondo con la boca cerrada mientras acepto su jugo de aloe vera con naranja, que ya de entrada  sabía que le metía unas gotitas de ginebra “pa’ que tire pa’ rriba” como siempre decía, “en honor a lo’ grande’ ginebrero papá”.
Cuantas veces habrá dicho, que Luca Prodan, el mas grande, pone una mortal sobre la ginebra en La Rubia Tarada cuando dice “Basta, me voy, rumbo a la puerta, y después a un boliche a la esquina. A tomar, una ginebra con, gente despierta, esa si que es Argentina”.  Y no lo dice al pedo, para nada. No conozco Belgrano, pero dicen que no da. También 2 minutos tiene un par de odas en pos de ella. Y hasta un poco de blues mexicano, Real de 14 romantiqueando un Beso de Ginebra ,

Tú, ardiendo,
en un beso de ginebra,
 tendida en el anochecer,
 en el fuego del amor se quemó mi porvenir”.

“¿Tene’ ahí la de Mestre?”- te tira cada tanto también, riéndose como el solo. Cordoba da para todo parece. Y Nekro, que es un modo amistoso de llamarlo, que le gusta, tiene una historia en esta capital del cuarteto.
Nos conocimos en la sala show por la Sargento Cabral al 1700 donde proyectaban “Schramm y Nekromantik” en una doble función de sadismo, con un show de teatro anterior en la que se arrojaban basura mientras se masturbaban. Éramos cinco adentro. Un público difícil pero que sabe apreciar, y aplaudir. A la mitad de la proyección de Schram, cuando el tipo se clava los testículos contra la mesa mientras desflora un cuerpo mentalmente (aparentemente), uno de los que estaba atrás mío se prende un porro y le pido una seca.  El Nekro. Ahí nació la primer charla, y una amistad. El sobrenombre viene de que, además del popurrí en el show, era un actual necrofilico, y asiste a un grupo de ayuda religioso. Pero más para sacar “data” que para rehabilitarse. Cuando te invita, “vamo’ a tirar unos tumbos” no es exactamente lo que para la mayoría significa. Y más de uno le ha aceptado la invitación según cuenta.
-“No te asustaste cuando te lo dije,  ta piola. Depue’ tiramo uno’ tumbo por ahí”.
Hoy vivimos juntos, y lo único extraño de todo su ambiente es cuando vuelve de sus cacerías; se pone a hablar en voz alta mientras duerme, y mantiene conversaciones sobre lógica y matemática con un supuesto viejo que usa el mismo calzón hace setenta y cinco años. Pero no sabe darme detalles de él porque jamás lo vio ni recuerda haber soñado algo así. Merece una filmación.
Antes de irse de la pieza dice que es la fiesta de Martin, el ayahuasquero percusionista que pinta murales para subsistir. Y nos invita a la choripaneada.

Mi esguince había leveleado, pasada la etapa del villano rengo, The Usual Suspect, y volvía a entender lo que era ser humano. Dos semanas de cine y porro, acostado, con un pie inflamado, solo sirven para querer romperse de nuevo y no parar de hablar sobre lo mismo: cine.  Aunque convengamos que entra en la normalidad, cine, drogas y que en el bondi del 41 se te siente una vieja a decirte que “estas muy croto y no pareces un chico croto. Comprate ropa nene, que haces con la plata…”

Camino a la fiesta en el 24 voy sentado al lado de Martin, Nekro solo al fondo mirando por la ventana con cara de nostalgico, la lluvia sigue chapoteando. Se sube un pibe con un contrabajo que rozaba el techo del bondi,  y por lo visto iba al mismo destino que el nuestro. “Voy a tu fiesta sorpresa Martinucho”. Pobres organizadores de fiestas sorpresa. 

La fiesta era, o fue, un éxito absoluto.  Hubo una charla sobre Tony Gatlif con el del contrabajo, ya que en un momento se armo una banda, bien Jam la cosa, con dotes de música peruana, pero también sono el bello ritmo balcánico. Nos recomendamos “Latcho Drom, Swing, Gadjo Dilo” y después con Emir Kusturica. Para mal de males uno que le metió a la percusión dos horas seguidas se levanta la chomba transpirada y muestra un gigantezco “FANFARE CIACORLIA” en el pecho.  Tenía más cara de gitano que los gitanos que venden autos. Casi le beso la mano.
Mujeres que bailaban Afro, una casa con muñecas de los años 30, flores de maria, una cámara nueva, pero algo estrepitoso sucedió y me colgó la noche. Una frase del Nekro que quedo rondando los malos agueros.  Entre medio de la jam, la ginebra que llevamos y ya casi habíamos terminado, el vino que nos convidaban, el se armaba su tercer choripan diciendome:
“Si no te come’ ese medio chori que dejaste ahi, depué te va’rrepentir, y vai a cagar con to’”

Mi mente empieza a divagar en una luz del patio donde estamos, esta suelta porque quisieron poner un globo y casi hacen cortocircuito en la casa, y con ella me voy a la frase “vai a cagar con to” que el Nekro me tira. Pienso en la cantidad, severa, de situaciones que llegan a la mitad o jamás se cumplen, pero son dichas como si conociésemos el futuro. Pero no es solo el hecho de crear un momento que aun no existe solo con palabras, sino el siquiera acercarse a cumplir con esas palabras. Como si lo que uno dice no cuenta en el futuro ¿Para qué decir hacer lo que jamás se hará?
“Tengo un hambron que me clavo tres choripanes”, pero solo fue uno y medio, “ni las migajas dejo”, y quedo en la basura. No es una mentira completamente, pero si una exageración, la cual está  y existe por todos lados, en todas las situaciones, y nunca nadie se hace cargo. Los famosos “planes” que jamás obtienen ni un boceto. Solo algunas efímeras palabras dichas de manera emocionante, como cual borracho verborragico, o simplemente, un fucking poser. Por supuesto, es estúpido pensar en un choripan quedijiste comer, y nunca comiste, pero la analogía está. Señores y señoras, bienvenidos al caretaje de decir lo que nunca vas a hacer, ni ser. Aquí no es un “ser o no ser” aca es un “decir ser para que crean que sos”.
Pensandolo, esto no sucede en el sexo, todos quieren terminar con su orgasmo, y si bien muchos hablan de más, casi todos entienden que es una cuestión de placer, y ahí, hay que “acabar” con todo. If you know what i mean (of course you fucking do). Al menos el hombre en esa la asegura (aunque admito haber sido rechazado asquerosamente de muchos modos, mi suerte), porque la mujer no siempre se ve satisfecha en la culpa del esfuerzo  masculino pseudo precoz que no provoca nada y el despertador suena antes de tiempo. No calientan ni la pava, y la piba termina masturbándose mientras el perro duerme. El disimulo en estas cosas, es también parte del invento, un arte en si,. Otra historia es la relación homosexual, supongo, por la retroactividad, if you know what i mean, otra vez.

Entonces, ¿qué sucede con decir y hacer solo un poco del todo? ¿Para qué nombrar un hecho que jamás va a siquiera existir? ¿Cuál es la necesidad de ficcionar un momento futuro personal que nunca acontecerá?
 Digo ser, pero luego resulta que ni siquiera existo, porque lo que dije, se fue con el viento. Y se supone que todos somos políticos. Yo digo que somos creadores de Marketing personal, porque vendemos una imagen que no es, sino una que quiere ser, pero que no llega a más que la comparación con una semilla de un árbol que no existe. Me cago en Shakespeare hermanos y hermanas, metió una duda donde no iba.
El ego nos considera superiores a la situación pero estamos enredados en un mar de calumnias propias, ajenas,  por lo que aunque no seamos, debemos aparentar ser. Un glotonero, o un maestro de las artes visuales paranoides y genio del cut up surrealista. Con boina y bigote 2014. Aunque ningún bigote hasta el momento ha demostrado, de manera práctica, con al menos una señal, que un hombre de bigote es un genio porque dice serlo, “¡pero si lleva un bigote hombre! Qué cosas dices.”
No hay peor que aquel que dice ser lo que jamás será.
Confucio decía que debería uno avergonzarse cuando las palabras son mejores que los propios actos. Esto es, a palabras como si Nekro hablase por mi,:
“no hable’ al pedo mijo”.

Salgo del delirio de esta mentira porque siento que chocan mi brazo. Estoy bailando en un bar a lo Enter The Void, pasaron muchas horas, y el ritmo es un psytrance oscuro, duro, que junto a otras veinte personas que saben moverse acompañan el cuarto. Un tanque de birra la mitad y alguien apodado Frankestein baila frente mío, que mirándome fijo pregunta, pero a su vez afirma,  “¿te gusta esto no?”.
Una absoluta locura cósmica de música, que normalmente se escucha en las sierras, como San Marcos, pero ahora, en un cuarto oscuro en plena ciudad.

Frankestein me charla un poco mas, es de Hungria, me recomendó Bela Tarr,  “ya he visto al loco de Taxidermia y Hukkle hacer magia en la cámara” le digo. Y también me habla sobre algunas bandas de rockabilly en su país. En Hungria bailan Rockabilly.

Nos echan del bar hip-hopeando, “Vos tenés que irte de acá, y la salida se encuentra por allá”.
Afuera el Nekro me mira con cara suspicaz, a sabiendas de que yo estuve parafraseando todo este tiempo mientras el mundo garchaba alrededor mío, o por ahí no pensaba ello pero en su mirada creo ver la complicidad de mi propio engaño en todo este juego, individual como el desquiciado numero 9 en el tarot.
Luego desaparece con varias mujeres, como fundidos en una niebla del Desierto Rojo, y mi esguince avisa con un color vioelta fuerte, que tal vez, debería volver a casa, en taxi, vendarme y esperar la próxima lluvia (dos semanas después y aun no llegan las gotas, el hastío de pensar en besarte bajo un relámpago y abrazarte en el trueno es insoportable. Perdon.)
La noche no daba para más. Al final, creo que todos nos vamos a cansar de “no ser”. Debería ser ley:
“El que quiera ser que sea, y el que no, que calle, hasta que sea, o multa”.
Si fuese político la aprobaría, y te pediría, que me dejes llevarte hacia donde voy, si al final, nada es real, ni nada de lo que pensás…

9 sept 2014


Quieren venderme un auto (me recuerda a la primaria donde siempre hubo sexo con preservativo roto), dicen que todas mis versiones le quedan bien:
¿un cocainomano travestido también?
A veces pienso que me quieren vender cosas que no existen, si ni siquiera puedo escribir ¿para que quiero un auto?