Película: Coherence.
La vi un lunes por la noche, o martes de madrugada, llovía a cantaros, estaba
solo en la casa porque Nekro se fue de vacaciones al sur al tercer encuentro de
Necrofilicos que se hace cerca de Rio Colorado, campo adentro, y los únicos
vecinos que teniamos se mudaron el día anterior. Me entró el miedo, prendí la
luz del patio por si acaso, me traje un cuchillo de acero oxidable que lo tengo
bien afilado y le metí al play. Y, olvidaba, en estos casos el gato como
compañero NO sirve, cualquier sonido lo hace poner paranoico, lo cual suma
puntos a la paranoia ya impuesta, y estas con el bicho mirando un punto fijo en
la pared esperando un ruido y no pasa nada. Despues el se duerme y vos seguís buscando
ruidos mirando la pared blanca.
Coherence no es
una película de horror (más o menos si uno lo piensa), pero el gatillo es la física
cuántica, bien nerd, y con un estilo que ya hemos visto en películas como The
Man From Earth, El secuestro de la familia Mcpherson, y si queremos ir mas allá,
el Dogma 95; no que sea fiel a sus reglas, pero si a un aura. Un deje fuerte.
Lo más
interesante que se me presenta durante la proyección es la teoría del Gato de
Schrodinger. Soy muy malo explicando, pero para el que entienda, lo que me sorprende
es que esta teoría puede ser aplicada a tantas vivencias diarias que sus
probables desenlaces llevarían a la locura más elevada de la adquirida ya. Para
los que no entiendan pueden ver la pelicula y hacerlo muy entretenido.
Al otro dia intente
contarle de esto a mi Chesh pero ella siempre tan positiva: “No te hagas
problema vos, todo llega como vos quieras que llegue”. No está mal que sea una
persona positiva y le guste alegrarme el día, pero tampoco está mal ser un
paranoide rozando lo psicótico, entre apocalíptico, anárquico, y tachero…de vez
en cuando. Igual es un amor.
Así que seguí
rodando con mi pregunta como un ranchero Mejicano en el desierto, bajo el calor
de la física cuántica ahogándome en posibilidades; la garganta seca me llevo a
una taberna ubicada en las calles de barrio Alberdi el cual me dictamino el
camino a la casa de quien sacaría esta sensación de mierda sobre el infinito:
Mr. Cat.
Le grite desde la
ventana y lo agarre garchando con una rubia mientras Samsara se reproducía en
su monitor; iba por la parte de la hindú que hace juegos con las manos a lo
Shiva, y de a ratos aparecían los pelos agitados de Mr. Cat en contraluz. Hasta
que grite por tercera vez.
Me recibió con
los brazos abiertos y medio en bolas, vi a la rubia por detrás que aprovechaba
a escaparse con la ropa en la mano y meterse en el baño. Abrimos la ginebra y
despedazamos el living en cuestión de minutos, despertamos al Caja del quilombo
y se prendió con nosotros a la mesa con unos vasos y hasta agito los brazos al
ritmo de: “sale póker sale póker”, pero cuando fue a buscar las fichas a la
pieza no volvió más. Así es el Caja, infinitas posibilidades.
A todo esto,
sobre la teoría de Schrodinger y mi pensamiento apocalíptico, Mr Cat me dijo:
-Sos un boludo, al
pedo. Las posibilidades que tenemos de hacer una u otra cosa son constantes
porque la vida está basada en elecciones, ya sean de orden natural como
respirar, de orden rutinario como el bondi que te tomas para ir a laburar, o
mental: salgo a matar gente hoy, o no. Entonces, estas elecciones hasta que no
son realizadas se encuentran en un estado de posibles trayectorias infinitas en
un posible universo donde todas se dan al mismo tiempo. Porque somos infinitos
y la energía y bla bla bla. A Schroedinger le preguntaron tantas veces lo
mismo, que a lo ultimo ya decía “cada vez que escucho hablar de ese gato,
empiezo a sacar mi pistola”. Así que vuelvo con la gringa, y vos, tira la llave
por la ventana.
-Samsara seguro
ya terminó -le contesto-, mírate alguna de Godfrey Reggio, pero no pongas la
cabeza en el medio.
-Pelotudo-me
respondió, y se fue.
Seguí mi rumbo
con la salida del sol, la gringa seguro brillaba con esa ventana abierta de par
en par, pero ya ni ganas de espiar o al menos ver si había puesto Kayonaqatsi. Las
probabilidades de muerte a medida que me mantenía despierto y en la calle se
iban incrementando, el efecto mariposa rondaba los aires. Y la Policía de Córdoba.
Chesh en su
belleza me abrigo a mitad de mi largo camino a casa, cuando la ginebra entra en
la etapa 3 de resignación y el sol es mucho más que un lazer. Nekro me escribió al celular que en Rio
Colorado se encontraron con unos gauchos que le tiraron boleadoras a los
cuerpos putrefactos y tuvieron que irse corriendo. Le conteste que en otro
universo paralalelo las cosas habían salido bien, donde el gaucho pampeano no existía.
Pero no es tan positivo en estas respuestas asi que me estuvo enviando fotos
mórbidas toda la noche. Había hasta de enanos sin brazos teniendo sexo con los
pies y mujeres asiáticas que se metían peces dorados en las medias,
catolicísimo real y de hoy, sin mas.
En resumen, como
iba esto…”Coherence” es una excelente película para paranoides y si disfrutan
de la física cuántica pues habrá una razón más, aunque en estilo, “The man from earth” es la ganadora de todo.
Un cine simple pero bien contado, obra teatral en digital, bajo presupuesto con
mentes creativas, y para quien quiera más, el Dogma 95 de Lars Von Trier es su
camino a la satisfacción de la curiosidad cuántica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario