1 oct 2016



Afuera llueve, se escuchan pasos acercarse, se abre la puerta de un auto, un hombre entra, suena el aviso de una puerta abierta mezclándose con una canción; el hombre enciende el auto pero avanza poco, mucho tráfico, mucha lluvia. Una mujer acostada en los asientos de atrás, tiene una pierna apoyada en la rodilla de la otra, sostiene una carpeta, dibuja un paisaje rural; el baja el retrovisor para mirarla, acelera y avanza un poco, frena, la vuelve a mirar, salta al asiento de atrás y aplasta a la mujer, le da un beso, y otro. Ella dice “nos van a tocar bocina”, el responde “hagamos que festejan nuestros besos”; se besan mas, las bocinas empiezan a sonar, ella lo empuja y dice “dale”, el salta como una pantera hasta el asiento del conductor, acelera unos metros, vuelve a frenar, suspira; mira hacia el costado, baja la ventanilla y saca la mano, junta agua y se la lleva a la cara, “me mojas el dibujo y vas a tener que comprármelo” dice ella. Sube la ventanilla, vuelve a mirarla por el retrovisor, le pregunta “¿nos conocemos?”, ella responde “no”, el gira su cabeza hacia ella “¿dónde vamos?”, “a casa” le dice ella, “entonces nos conocemos y no me querés decir”;sube el espejo retrovisor y avanza unos metros más, vuelve a frenar, suspira, se apoya en el volante y dice “ojala supiese dibujar”, y ella le responde “yo no sé manejar”.
Deja de llover, un cartel de neón azul ilumina dentro del auto, y el departamento del frente, y el techo del edificio, donde un niño con un gato salen del escondite, y empieza a chapotear los charcos mientras el gato huye. El hombre sigue apoyado en el volante, mira hacia arriba, “se asoma la luna llena” dice, ella suelta el lápiz y se apoya detrás del asiento: “eso rima con heladera llena”, y el acelera otra vez, suspirando, pero ya no frena, y el niño desde el techo saluda a los autos alejarse mientras chapotea con sus pies el reflejo de la luna, y ella se deja caer en los asientos de atrás y repite “heladera llena…” y suspira, el sonríe.