Con un poco de té, recostada sobre una pila de libros, escuchabas "I'm getting sentimental over you" de Tommy Dorsey e intentabas hacerme entender que la ventana de tu departamento del cuarto piso era en realidad un espejo hacia tu corazón. Y no quise pensarlo dos veces. Salté hacia la ventana, atravesé el espejo de la filosofía, para que juntos, con las manos cerradas y entrelazadas, corriendo por el cielo, seamos lo que deseábamos ser...

Solo sentí un ligero viento, como una nota de trompeta, o dos palabras de tus libros, y una caricia, la ultima, de mi cuerpo contra el tuyo. Una caricia fatal, de la cual, aun no puedo despertar.