15 ago 2011

Temores

No tengo temores, me abalanzo sobre el medio de una balanza a medir lo que me importa de lo que no me importa. Miden igual. Todos los peligros están al bajar, ya no se sube. Antes se creía a Dios en el cielo pero no pudieron encontrarlo ni en la luna. Yo me pierdo en la tierra.
Oigo palabras del estiércol y me asusto con las hojas quemadas de una casa de madera, empieza el fuego, corriendo por las escaleras, sin salvar a nadie, ni el pobre niño recién nacido abrazado a un oso gritando por su madre, que esta borracha en algún bar nocturno buscando un futuro padre que les pague los impuestos. Igual ya no tiene casa, ni hijos. Tal vez, al tiempo, se encuentre realizada y diga: "Así es mejor"

Voy a salir corriendo por la calle en dirección nor-oeste, porque se que en el bosque hay comida, no se que comida, pero pediré hasta el cansancio por una bola de pan, una carcasa de cebolla, un trozo de papa. Mendigare si fuese necesario, robare si fuese necesitado. No existen los limites si no tengo temor.
¿Y de morir? Que tan horrible puede ser morir, si ya estamos vivos, y ésto es un descaro de quien lo haya propuesto.

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