12 abr 2012



Esa presumpción
que logran en mi
su piel aromática,
de flores descendiendo
pornográfico-ilimitado,
de un atractivo maquiavélico
sexual, sin dudas.
Afrodisiaco y pasional
los mirares ajenos, de momentos,
moviendo labios y piernas
remeras y collares,
solo pueden restar mi pensar
viendo un un pesado velo
correr por las mejillas, 
buscando un rico capataz,
eficazmente capaz de frenar
y sentarse al rededor del altar,
y tener la camioneta de ruedas
modelo mejor que el vecino.
-¡mi gran cherokee,
de minifalda y escote
a tu búsqueda voy!

Yo las miro,
porque no me dejan tocar,
ni en pedo.



1 comentario: