Hola kiosquero vecino,
veo que tienes nuevo cáliz
viejo
con mucho vino para compartir,
lindo plateado, parece de cristal
llamemos algunos espíritus;
¡esta noche se ponen a cantar!
No llames a Dante,
con su infierno
intelectual
cantor de cantores, canto
tras canto,
dejaló solo en su
quilombo,
¡metamorfosis de piel por
doquier!
Bebamos vamos bebamos
tu mujer no debe estar
lejos,
y creo tener una mujer
cerca;
vaya encrucijada,
creo estar elevado
¿cuanto tiempo llevo acá?;
mejor dame los
cigarrillos
que una chica me visita en
casa,
y yo todo me olvido
cuando veo un poco de
vino.
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