16 oct 2012

Los Abrazos Rotos

Mientras atendía el telefono, hoy, la gente puteaba, estaba enojada, conmigo y con todos,
yo leía a Galeano, Los Abrazos Rotos, completito, sin pausa, leía:

Yo me duermo a la orilla de una mujer, yo me duermo a la orilla de un abismo. /noche/3

Y me sonrojaba, y la gente me puteaba, y yo quería decirles que se sonrojen, y piensen, en piernas desnudas, en pequeños copos de nieve, que rían o lloren , que no tenemos alas para ir al cielo, pero nos queda la tierra, para pisar con los pies desnudos, y sentir el frior, jugando a ser niños, con barro en la carne;
¿Cuanto vale tu enojo de hoy,
si una alegría puede durar
toda una vida?

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